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domingo, 20 de noviembre de 2016

El monstruo de colores. ¡Vaya lío!

¿Cómo son las EMOCIONES? ¿Tienen color? ¡¡¡Sí, las emociones tienen color!!!

AMARILLA es la ALEGRÍA
AZUL es la TRISTEZA
ROJO  es el ENFADO, la IRA, la RABIA
NEGRO es el MIEDO
VERDE es la CALMA
ROSA  es el AMOR
El monstruo de COLORES no sabe que le pasa. Está hecho un lío con las emociones. Y ahora le toca deshacer el embrollo. ¿Te parece si lo ayudamos un poco para que se aclare con tantas emociones juntas?


























¡¡¡Qué bien, ya están todas las emociones ordenadas!!!
Ordenadas funcionan mejor.




¿Quieres leer el cuento del monstruo de colores?


El monstruo de colores de Itzel Morales Pérez

En este vídeo también verás la historia del monstruo.




Y aquí tenemos las canciones del monstruo de colores.



Otra canción del monstruo. Elige la que mas te guste y... ¡A cantar!



En este vídeo verás la misma canción que la anterior, pero aquí la puedes leer.



Terminamos haciéndonos una corona del monstruo.


lunes, 14 de noviembre de 2016

Entendemos la decena

Comprendemos la decena. Recuerda que: 

10 UNIDADES forman 1 DECENA.



El gigante Sisimiqui

¿Cómo se llama el gigante?
¿Qué hacía el gigante?
¿Quién es Arturo Valiente?
¿Qué animales acompañan a Arturo y sus amigos?
¿Por qué se rieron del conejo?
¿Crees que reaccionaron bien los personajes cuando el conejo dijo que los acompañaba?
¿Te has reído alguna vez de un amigo/a?
¿Cómo crees que se sentirá tu amigo/a si te ríes de él o ella?
De todos los personajes, ¿Quién consiguió salvar a los personas que estaban en el castillo?

lunes, 7 de noviembre de 2016

La rabieta de Julieta. El enfado

Todos sentimos rabia o enfado cuando alguien no nos trata bien o cuando las cosas no salen como queremos.
Enfadarse es una emoción normal, mientras no le hagamos daño a nadie. Estamos mejor si no nos enfadamos por tonterías, si buscamos otra solución antes de recurrir al enfado.
¿Te has enfadado alguna vez?
¿Qué fue lo que pasó?
¿Cómo te sentiste?



EL NIÑO Y LOS CLAVOS.

Un cuento para controlar el mal genio en los niños 

Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que clavar los clavos en la cerca.
Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.
Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, que sacase un clavo de la cerca.
Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:
- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.
Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.
Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.
Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron con que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Autor: desconocido

El ratón de campo y el ratón de ciudad


¿Cómo se llamaba el ratón de campo?

¿Qué sorpresa recibió?

¿Cómo se llamaba su amigo el ratón de ciudad?

¿Por qué no pudo dormir Martín en la casa de su amigo?

¿Se quedó Antón a vivir en la ciudad? ¿Por qué?

Los dos ratoncitos lo pasaron muy bien juntos. 

¿Qué cosas haces tú para que tus amigos/as se sientan a gusto cuando van a visitarte?

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